Con el paso del tiempo, las herramientas se oxidan por su uso o escaso mantenimiento. Guardarlas estando húmedas o hacerlo en lugares con humedad durante mucho tiempo, ayudan a que se acelere la llegada de la oxidación. Sobre todo si no las protegemos previamente, algo fundamental. Pero si finalmente aparece y no están demasiado oxidadadas, os mostramos cómo quitar el óxido sin dañar las herramientas.
En primer lugar hay que tener claro que no siempre podremos quitar el óxido. Por ello, hay que tener en cuenta que existen varios tipos de óxido. Si el óxido lleva poco tiempo y no está incrustado, será posible eliminarlo. Si el óxido está muy extendido sobre toda la herramienta o esta se encuentra corroída (el óxido se ha comido el metal) habrá muy poco que podamos hacer.
Para evitar la oxidación de las herramientas lo más importante es llevar a cabo un correcto mantenimiento. El truco está en limpiarlas inmediatamente después de su uso, y protegerlas de la humedad y el óxido. Para ello, podemos utilizar un aceite multiuso como WD-40® Producto Multi-Uso.
Gracias a su capacidad, WD-40® desplaza la humedad de las herramientas y las protege del óxido y la corrosión. Si aplicas el producto antes de guardar tus herramientas, no tendrás que preocuparte de que se oxiden y finalmente se estropeen.
Cómo contábamos al inicio, si no hemos realizado el mantenimiento anterior y el óxido aparece en nuestras herramientas, podremos eliminarlo en caso de que este no esté demasiado incrustado o corroido.
Una de las técnicas más efectivas para quitar el óxido es emplear WD-40® Producto Multi-Uso. Aunque este producto es ideal para protegerlas, también es capaz de acabar con todo tipo de suciedad y mugre. En el caso del óxido, si es superficial, también podrá actuar sobre él y eliminarlo.
Antes de comenzar este procedimiento que nos llevará a conocer cómo quitar el óxido, debemos protegernos correctamente. Debemos proteger nuestras manos, por ejemplo con un par de guantes de vinilo. Y también nuestros ojos, para que no nos salten los restos de óxido al frotar. Para ello, unas gafas protectoras serán suficientes.
Una vez protegidos, comenzamos el proceso para eliminar el óxido, aplicando WD-40® Producto Multi-Uso por toda la herramienta o herramientas oxidadas. A continuación, restregamos las zonas oxidadas con un trozo de lana durante un par de minutos. Aquí es donde recomendamos ir bien protegidos con los guantes y las gafas, porque al retregar podría saltar cualquier elemento que nos dañe.
El último paso, con el que habremos aprendido a cómo quitar el óxido de las herramientas, será limpiar los restos de producto y de óxido con un trapo seco. Es posible, que tras esta limpieza, comprobemos que aún quedan restos de óxido. No te preocupes, puedes volver a aplicar WD-40® y a frotar con la lana de espino para eliminar todo el óxido presente en la herramienta.
Otra forma de quitar el óxido superficial, es preparando una mezcla espesa de bicarbonato sódico y agua. Echamos la pasta en las partes afectadas y la dejamos actuar varios minutos. Inmediatamente, frotamos con un estropajo suave hasta que desaparezca totalmente la oxidación. Acto seguido, podemos aplicar un poco de WD-40® para prevenir la reaparición del óxido y proteger las herramientas de la corrosión y humedad.
AVISO
Los usos descritos a continuación para WD-40 Producto Multi-Uso han sido facilitados a WD-40 Company por los propios usuarios. Estos usos no han sido probados por WD-40 Company y no son una recomendación de uso por parte de WD-40 Company. Utilice los productos de WD-40 Company con sentido común, siga siempre las instrucciones y tome nota de las advertencias descritas en el envase del producto.
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